Si te saliese un anuncio en el que te dijesen que es posible recuperar la vista gracias a las algas marinas ¿creerías que es una fantasía? Pues te aseguramos que esa fantasía es ahora una realidad. Los receptores luminosos de la retina pueden ser reparados con genes procedentes de las algas.
Nuestras proteínas y las de las algas son más parecidas de lo que pensamos.
Las células fotorreceptoras de nuestra retina nos permiten ver colores y longitudes de onda diferentes, pero, ¿qué ocurre si perdemos estas proteínas sensoras de la luz? El resultado es la enfermedad conocida como retinosis pigmentaria. Este es un trastorno genético hereditario que provoca la muerte de las células de la retina. A medida que los fotorreceptores mueren, el cerebro pierde gradualmente su único acceso al mundo visual, y la ceguera se hace presente. Cuando la retinosis pigmentaria avanza, las herramientas habituales, como las gafas o la cirugía se vuelven inútiles: sin células sensibles a la luz, el cerebro no puede recibir señales luminosas.
Hasta ahora.
Las algas verdes Chlamydomonas reinhardtii son una especie de microorganismos que se basan en señales luminosas para moverse. Contienen unos receptores proteicos que responden a la luz. Aunque estos son organismos sencillos, utilizan mecanismos complejos que a nivel molecular no difieren tanto de los humanos en lo que a la respuesta a la luz respecta.
Las algas, aliadas de la optogenética contra la retinosis pigmentaria.
Los científicos han desarrollado una técnica de edición de genes llamada optogenética que aprovecha el poder de las algas para restaurar las respuestas visuales en los seres humanos que han perdido la función de sus fotorreceptores.
La optogenética es una técnica de edición genética en la que se inserta la información necesaria para crear proteínas sensibles a la luz. Para las personas con retinosis pigmentaria, la optogenética ofrece una oportunidad increíble: volver a experimentar el mundo a través de la visión, incluso después de la muerte de los fotorreceptores.
El primer caso exitoso de la aplicación de esta terapia tan compleja y novedosa fue el caso de un hombre ciego desde hacía 40 años, que recobró parcialmente la visión. El tratamiento consistió en introducir proteínas fotosensibles procedentes de algas marinas a través de un vector vírico.
Esta técnica, junto a unas gafas específicas ha permitido que el paciente recobre parcialmente la visión, logrando localizar, tocar y contar objetos cercanos. La optogenética también se está estudiando como herramienta para ayudar a reducir las convulsiones, mejorar la memoria, aliviar los síntomas del Parkinson y comprender la esquizofrenia, entre otros problemas.

Revolucionando el mundo
Como vemos, las algas permiten una gran variedad de aplicaciones multidisciplinares. Estos organismos representan un mundo inmenso aún por explorar en el cual los científicos se están metiendo de lleno. A este paso y con los avances en I+D las algas revolucionarán el mundo.
Nosotros no queremos perdernos nada de este fascinante camino, ¿y tú?
Fuentes: Woodard, K. (2021). Let There Be Light: Restoring Vision With Optogenetics. Scientific Kenyon: The Neuroscience Edition, 3(1), 1-8. https://elpais.com/ciencia/2021-05-24/la-optogenetica-devuelve-parcialmente-la-vista-a-una-persona-ciega-desde-hacia-40-anos.html