En el mercado actual, cada vez se hacen más esfuerzos para obtener productos de calidad que sean respetuosos con el medio ambiente y entre ellos se encuentran las algas. También se busca la polivalencia de los materiales y hay una fuerte tendencia hacia la economía circular.
Desde Europa, además, se está apoyando de manera intensa los proyectos centrados en la obtención de materias primas para alimentación, con fondos como los NextGeneration o los fondos LIFE. Es la propia Comisión Europea la que pronostica un crecimiento del mercado de las algas en suelo Europeo de hasta un 900%.
¿Por qué impulsar la industria de las algas?
Con estos antecedentes, se comprende mejor la necesidad de impulsar la industria de las algas. Las algas son la materia prima ideal en cuanto a calidad nutricional, pero no solo para el ser humano, sino que también son la solución en muchos de los sectores que están siendo golpeados por la falta de materias primas, como es el el caso de la acuicultura y la ganadería.
Además, este organismo marino brilla en otras áreas, ya que de las algas se pueden extraer metabolitos muy útiles en nutracéutica, cosmética y medicina entre otras. Así que no solo es un activo importante en alimentación, también lo es en otras áreas de gran interés.
Pero las algas, tal y como hemos dicho, son seres vivos. Esto tiene un gran problema desde el punto de vista de una empresa que se dedica a su cultivo y comercialización, la estandarización. La mayoría de algas que se comercializan en el mundo son recolectadas del medio natural, esto, a parte de crear un daño en los ecosistemas marinos de los que se extraen, acarrea otra serie de problemas:
Calidad del producto
La calidad de las algas recolectadas del medio varía dependiendo de la calidad del agua en la que crecen, por lo que si está varía, el cultivo no será lineal a lo largo del año. Esto hace que para sectores como cosmética o nutracéutica, sea muy complicado trabajar con este tipo de algas.
Tiempos de recolección
Los tiempos de recolecta de las algas pueden verse afectados de manera directa por factores climáticos y ambientales, lo cual no permite tener una planificación asegurada del cultivo, ni plazos de entrega a clientes. Esto es fatal para un negocio que depende de ofrecer a sus clientes un producto, sobre todo en el caso de la hostelería.
Replicabilidad y escalabilidad
Un cultivo en el mar es muy difícil de replicar, ya que cada uno de los lugares del mundo en el que se quiera replicar va a tener unas condiciones de agua diferentes, así un cultivo llevado a cabo en Alicante, puede no ser funcional en aguas de Reino Unido, por ejemplo.
En cuanto a la escalabilidad, muchos lugares no ofrecen el espacio necesario para aumentar la zona de producción, no en cuanto a espacio físico, sino a tramitación burocrática de una ampliación de la zona de cultivo.
Cultivos sostenibles de Algas
Todos estos problemas pueden ser solucionados de la misma manera: Mediante un cultivo en tierra firme.
La calidad del producto es siempre la misma, es estándar, ya que se mantienen unos parámetros perfectos para el crecimiento, que aparte de aumentar en hasta un 20%, hace que los valores nutricionales y metabolitos de las algas sean muy similares en cada cosecha.
Los tiempos de recolección no dependen de factores climáticos, sino de un calendario prefijado y controlable mediante un escalado del cultivo y el conocimiento de los acuicultores.
Y lo más interesante quizás, sea la replicabilidad y escalabilidad de un sistema en tierra firme. Si el sistema es funcional, lo va a ser en cualquier parte del mundo, ya que se controlan los parámetros críticos. Y este sistema va a ser escalable, se va a poder elevar a los volúmenes que sea necesario siempre que haya espacio físico, que al estar en tierra, es más sencillo de conseguir y menos cotizado que un trozo de costa.
Estos sistemas son una de las piedras angulares de Mediterranean Algae, mediante la cual hemos podido crecer y desarrollarnos en el sector de las algas, a pesar de ello, seguimos pidiendo más impulso para asentarnos como una empresa referente en el cultivo de macroalgas autóctonas del Mediterráneo en tierra firme.